Es una forma de inversión en la que fondos especializados adquieren participaciones en empresas privadas con el objetivo de mejorar su rentabilidad y venderlas a un mayor valor en el futuro. A diferencia del Venture Capital, que invierte en startups en fases tempranas, el Private Equity suele enfocarse en compañías más consolidadas con potencial de crecimiento o reestructuración. Estas inversiones pueden realizarse mediante la compra total o parcial de la empresa, con estrategias que incluyen expansión, optimización operativa o fusiones y adquisiciones.