El Producto Mínimo Viable (PMV) es la versión más simple y funcional de un producto que permite validar una idea de negocio con el menor esfuerzo y coste posible. Su propósito es lanzar al mercado una solución básica que resuelva el problema principal del usuario, para recoger rápidamente datos reales sobre su uso, aceptación y comportamiento. A partir de ese aprendizaje, se mejora el producto de forma iterativa. El PMV no busca ser perfecto ni completo, sino funcional y suficiente para poner a prueba hipótesis clave, reducir el riesgo y acelerar el desarrollo. Es una herramienta esencial en metodologías ágiles y en el enfoque lean startup.